jueves, 11 de septiembre de 2014

Paseando por Suiza.-


Partimos de Milán hacia Suiza. Llegamos a Wädenswil –ciudad y comuna suiza del cantón de Zurich- con la enorme suerte de participar ese mismo día de la “noche de los museos”. Fuimos al Centro Le Corbusier, Museo Heidi Weber; se trata de la casa soñada por Le Corbusier y está muy bueno ver cómo se materializarían sus ideas y proyectos, cómo hubiera sido vivir a través de sus ideas. Tiene una actualidad increíble: las grandes ventanas de piso a techo, sin persianas ni cortinas, los parantes y columnas de hierro con las estructuras básicas a la vista y formando parte; la cocina salvo detalles (no había lavavajillas! jaja) tiene una actualidad increíble, integrada en el mismo ambiente al living comedor, todo obviamente con líneas geométricas, limpias y funcionales. Está al lado del lago de Zurich, en un terreno dentro de un parque público, muy lindo para visitar. En la noche, iluminado de manera de sacarle el mayor jugo posible a esta Maison de L’Homme, estuvo buenísimo.

También visitamos el Museo de Arte, Kunsthaus Zurich, donde había una muestra de Cindy Sherman “Untitled Horrors”. No la conocía, leí algo de ella después de ir a ver su muestra, es una artista y fotógrafa estadounidense nacida en el '54. Esta muestra trataba de una serie de fotografías intervenidas donde utiliza mucho su propia imagen transformada para expresar lo que quiera expresar. No me emocionó mucho que digamos, pero el Museo y la muestra como algo distinto de ver valió la pena.

Así que apenas llegados, logramos ver Zurich en la noche hasta tarde, lleno de gente y movimiento, algo no muy característico de Suiza que digamos… Terminamos paseando por callecitas del barrio histórico, retorcidas y empedradas, llenas de pequeñas tiendas y bolichitos, noche perfecta.

Al día siguiente y gracias al magnífico amigo y anfitrión que tuvimos, fuimos a visitar un pueblo de montaña, Trin Mulin (o mejor llamado Tilín Tilín), donde nos quedamos a pasar la noche. Pueblito precioso, sin iglesia (¡!), recorriendo caminos de montaña, trepando cual cabras hasta llegar a unas vistas increíbles. Todo de postal Suiza. Está bueno comprobar que las postales son de verdad y no un montaje fotográfico. Suiza es así, como sus postales… Todo lo que visitamos –Wädenswil, Zurich, Trin Mulin, Lucerna- fueron lugares encantadores, de postal, ciudades ordenadas, limpias, donde todo funciona tan bien que parece ilógico que algo pueda salir mal. Aún sin entender nada los letreros ni los avisos, uno fluye sin problemas y logra adivinar sólo asumiendo una cierta lógica de movimientos. Me recontra encantó. Gracias a Gastón vimos y vivimos unos días en Suiza como nunca lo hubiéramos podido hacer.

Y ahora… nos preparamos para Italia: empezamos en Bérgamo en honor a HB y luego Florencia…

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